viernes, 15 de junio de 2012

Heart; la novata

Murmullos, murmullos y mas murmullos…todo está oscuro, pero, poco a poco puedo abrir los ojos…y donde me iva a despertar, y en el insti, con todos los de mi alrededor mirándome con cara de risa, pero, la excepción, la cara de mal humor que tenía la profesora, que me había preguntado la respuesta de  x² (o algo asi)  y yo, sumida en mis sueños, no le respondí. Y ahora, me encuentro yendo a la sala del director, ya que esto de dormirse en clase…
-Se está volviendo habitual, Anaíd. Te voy a castigar en el recreo, ya que tan cansada estas…
-Tampoco es que me importe mucho el recreo, si le digo la verdad…No consigo dormir bien por las noches, y si ya a principios de curso estamos con tantos exámenes…menos aún. Probablemente, siga visitando esta aula.
-Mas te vale que no…
Ring ring♫
-Perdóname Anaid, tengo que contestar.
-Como si no tuviera elección…
Tras añadir  su conversación telefónica un par de afirmaciones y ‘’ahora la recibo’’ colgó el celular y me miró con su interesante cara de haber tenido una idea brillante. Al rato, se escuchó un golpe en la puerta, y tras el agudo ‘’pase’’ del director, entro una chica de mi edad, mas o menos, algo desaliñada, con unos pantalones cortos y un pelo totalmente corto, negro, a lo alborotado. Una sonrisa tímida, pero que a la vez, demostraba ansiedad por conocer, se asomaba en su pálida y alegre cara. Un momento después, el director comenzó su charla.
-He aquí nuestra nueva alumna se llama..
-Abril, me llamo Abril, pero puedes llamarme Heart.
-A pues que bien… Abril, no es un mes?
-Pues si, pero es un nombre muy alegre, como yo ^^
-Exacto. Y a ti, Anaid, te he elegido para que le presentes el instituto y le ayudes en todo lo que necesites, ese será tu castigo, ya que no te gustan  este tipo de cosas.
-Lo que hay que soportar…¿Tengo que empezar ya?
-Pues claro. Ala, marcharos, fuera.  Y, Anaid, no te quiero volver a ver por esta sala ¿De acuerdo?
-De acuerdoooooo.
Y tras mandarnos fuera, sacó sigilosamente del cajón el ordenador, y se puso a jugar a un juego de pingüinos… no sé porqué sigo en este instituto. Bueno, el caso es que, saqué a esa tal Abril a pasear por las instalaciones, y ella me hacía tantas preguntas, y sonreía tanto, y rebosaba tanto de alegría, que me di cuenta de que era mi polo contrarío. Pero no me dio tiempo para pensar en ello, ya que justo sonó el timbre que anunciaba el fin de clase, y todos los alumnos de mi clase, vinieron hacía nosotras dos, para conocer mejor a la forastera. La trataron tan bien, que yo me fui a la misma esquina del patio de todos los recreos a sentarme a leer un libro. Pero, no me concentraba, era como si Abril tuviera algo conmigo, y de tanto pensar en ello, apareció ella de repente y sin previo aviso, y dirigiéndose a mi dijo:
-Anaíd, ¿Porqué no vienes con las demás a jugar al balonmano? Nos lo estamos pasando genial. A, te agradezco que me ayudaras con el insti, ya me lo sé todo de memoria.
-¿Yo? No me apetece, prefiero leer un libro…
-Tus ojos dicen que te encantaría venir, pero, si no quieres venir, no te molestaré más… Oye, encantada de conocerte!
-A ya… igualmente…
Y por una vez, sentí la emoción de tener una pequeñísima amiga. Y aquella noche, por por fin en esa semana, dormí genialísimamente bien. Y por una vez, hice lo que el director me dijo, y no volví a aparecer por su despacho, por ahora...
Anaíd.